Qué hacer y qué ver en una semana viajando por Suiza 1/2
Un viaje, un redescubrimiento y muchas fotografías.
#5 Journal de Viajes: 7 días en Suiza (1 de 2)
Hola valiente, hoy te traigo un viaje que te va a enamorar. Un viaje nostálgico al corazón de Suiza donde no vas a poder guardar la cámara ni dos minutos. Un viaje de reencuentro con la naturaleza y con la historia, un viaje donde la inspiración te acompaña a cada paso.
Dos años después de visitar Basilea de la mano de la Oficina de Turismo de Suiza, nos ha vuelto a invitar para descubrir esta vez, el país a bordo de sus famosos trenes panorámicos, desde los que poder admirar la naturaleza en todo su esplendor mientras te mueves de un destino a otro. Para ello usamos en cada uno de los trayectos el famoso Swiss Travel Pass: un billete digital que concentra todo el transporte público del país (tren, barco, funicular…) en un sólo QR, y donde además, va incluida la entrada gratuita a más de 500 museos. Para los intrépidos a los que nos gusta visitar más de un sitio es una maravilla, cómodo y sencillo. Además, te podrás imaginar lo bien que funcionan sus horarios. Pero por si tienes dudas, lo mejor es organizar todos tus trayectos con su aplicación SSBB: marca un origen y un destino y en tu pantalla aparecerán todos los transportes con sus diferentes horarios y recorridos para que configures tu viaje como quieras.
Nuestro viaje duró siete días, y en ese tiempo visitamos un montón de lugares diferentes. Para que veas más fácilmente nuestro itinerario, te dejo por aquí las etapas y el mapa:
Si pinchas en la foto podrás acceder al mapa general. Si te apetece ver el mapa en detalle, con todos los links a los sitios que hemos visitado y los restaurantes que más nos han gustado, los tienes aquí.
Tras aterrizar en Zúrich bajo un cielo azul de primavera, recogimos nuestro equipaje y nos dirigimos al andén con destino a la estación de Arth-Goldau de dónde salía nuestro tren con destino a Lugano.
Por las ventanas, y casi inmediatamente después de los edificios aledaños a la estación, empiezan a desfilar espectaculares paisajes de montaña: prados verdes infinitos de los que despuntan cimas aún nevadas.
Al cabo de unas horas llegamos a Lugano.
Lugano ésta ubicada en el cantón del Tesino. Flanqueada por el Monte Brè y el Monte San Salvatore. Es conocida por su impresionante lago, su clima mediterráneo y su rica mezcla cultural.
Es una joya en el corazón de Europa que combina la elegancia suiza con el encanto italiano.
Nuestros favoritos de la ciudad fueron:
Grand Hotel Villa Castagnola fue el hotel donde nos hospedamos. En el que lujo y hospitalidad se funden en una combinación única. Situado en un entorno idílico a orillas del lago.
Pasear por sus calles que huelen a lluvia y por la orilla del lago cuyo reflejo rompen los trazos que dejan patos y cisnes al nadar.
Parco Ciani: Debe su nombre a la familia en a la que pertenecían los terrenos dónde fue construido en el siglo XIX, para fotografiar desde allí la ciudad al atardecer.
Fuimos al Masi (Museo d'arte della Svizzera italiana) para visitar la exposición que este museo le dedicaba a Alexander Calder. ¡No podíamos perdérnosla! Paseamos entre los móviles, esculturas y cuadros de este mítico artista estadounidense, precursor de la escultura cinética. El lago nos contempla tras el inmenso ventanal de la sala principal.
Monte San Salvatore: Desde comuna de Paradiso es el lugar desde el que se sube al funicular que te deja en la cima.
Nosotros llegamos bien entrada la tarde, el sol estaba todavía alto pero aun así, alargaba las sombras de los cientos de árboles que rodeaban el lago. El espectáculo es grandioso al igual que las vistas. Los alpes al oeste y el infinito al sur. El lago parece un océano desde tan alto.
A nosotros no nos dio tiempo a ir a Morcote, pero si tienes tiempo no lo dudes, la visita es espectacular.
Pasear al atardecer por las callecitas de Lugano: Via Gabbani, Via Pessina, Plaza de Riforma… calles preciosas bañadas por luces y sombras, por las que nos perdemos mientras atardece frente al parque Ciani.
Restaurante para cenar: Aqua e Farina
Algo más de 200 kilómetros separan Lugano de Weggis y para llegar de un punto a otro tendremos que subirnos a bordo del Gothard Panorama Express hasta Flüelen y desde ahí cruzar el Lago de los Cuatro Cantones en barco hasta Weggis.
El Gothard Panorama Express atraviesa impresionantes paisajes alpinos en los que pasado y presente se mezclan en una experiencia única a medida que el paisaje se cuela por sus inmensos ventanales panorámicos.
Gracias al Swiss Travel Pass cambiamos tren por barco y en Flüelen nos subimos a un ferry que navega las aguas del lago de Lucerna, custodiado por las cimas de los montes Rigi, Pilatus, Bürgesnstock, Stanserhorn y Uriotsock.
El pueblo de Weggis: No nos dio tiempo a más que disfrutar las últimas horas del atardecer desde el hotel, y nos quedamos con ganas de visitarlo con calma.. Es un pueblecito idílico a orillas del lago de los Cuatro Cantones con unas vistas a las inmensas montañas que no dejan indiferente.
Hotel Gerbi Wellness: Se encuentra en el mismo Weggis y tuvimos la suerte de tener una vista espectacular del lago y su atardecer desde la habitación. Pasamos allí las últimas horas del día viendo como caía el sol y nos regalaba una postal de infarto.
Cenamos espectacular en el Restaurante del Hotel Gerbi, recomendadísimo. Comida casera pero de una calidad de 10.
Pasamos sólo una tarde de visita por Lucerna, pero no nos hicieron falta más horas para darnos cuenta de la preciosidad de esta ciudad Suiza. Os dejamos aquí nuestros imprescindibles para ver en una tarde (que también tienes en el mapa que te dejé al comienzo del artículo).
Centro de Congresos KKL de Jean Nouvel. Su arquitectura moderna y audaz contrasta con el entorno histórico de Lucerna, representando la fusión perfecta entre el pasado y la vanguardia.
Kappelbrücke, el puente de madera más fotografiado del mundo. Caminamos sobre su estructura compuesta por cientos de tablones y adornada con flores y pinturas que cuentan metro a metro el pasado de la ciudad.
Bordeamos la Catedral de Lucerna, una majestuosa obra de arquitectura gótica, que nos contempla desde lo alto de sus dos torres gemelas (la única parte que se salvó del incendio del siglo XVI) mientras cruzamos el río Reuss sobre el Spreuerbrücke en dirección al casco antiguo.
Casco Antiguo: En ésta parte de la ciudad, las estrechas calles adoquinadas y los edificios históricos, con los frescos de sus fachadas, te transportan a otra época
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Un barco nos llevó con calma de Weggis a Lucerna y desde ahí el Luzern-Interlaken Express nos acercó a Thun, nuestro tercer destino.
Bajo una fina capa de lluvia llegamos al Hotel Krone, donde pasamos las siguientes dos noches, con unas vistas privilegiadas del río desde nuestra habitación.
Nuestras recomendaciones en Thun:
El Castillo de Thun, una imponente fortaleza erigida en el siglo XII, se alza sobre la ciudad como un faro de piedra blanca que lo contempla todo.
Desde lo alto de sus torres, la ciudad se muestra hasta el horizonte. Las montañas nevadas la abrazan al fondo.
Comemos en uno de los restaurantes más ricos del viaje: Trattoria Rimini Desde el entrante al postre todos sus platos son deliciosos y no dejarán de sorprenderte.
La Iglesia de Thun (Kirche Scherzligen), una joya arquitectónica que combina elementos góticos y románicos, cuenta la historia religiosa de la ciudad a través de sus frescos, sus muros y sus vitrales.
Caminar hasta el borde del Aar. Las aguas cristalinas y el rugido del río nos acompañan mientras paseamos por su orilla, disfrutando de la tranquilidad que ofrece este rincón de la ciudad.
Las dos plazas principales: la Rathausplatz y la Mühleplatz.
La Rathausplatz, elegante, sobria y rodeada de edificios históricos y la Mühleplatz bohemia y relajada, ideal para sentarse a tomar algo en alguna de sus muchas terrazas.
Visitar el casco antiguo al atardecer. Sus estrechas calles adoquinadas y las casas medievales, con fachadas adornadas por coloridos frescos y sus banderas suspendidas, nos recuerdan a cada paso el legado histórico de ésta preciosa ciudad.
Esperamos mi querido valiente que te haya gustado nuestra primera parte de la guía.
Mañana te mandamos la siguiente.
Un abrazo galáctico,
Erea & Federico
son una pasada tus guías, Erea. Muchísimas gracias. Son bellísimas, y algún día me servirán... de guía. Abrazos y feliz fin de verano del 2024