Qué hacer y qué ver en una semana viajando por Suiza 2/2
Un viaje, 8 destinos y muchas fotografías.
#5 Journal de Viajes: 7 días en Suiza
Parte 2
Queridx valiente, hoy te traemos la segunda parte de la guía de nuestro viaje por Suiza. Si aún no has leído la primera, puedes hacerlo aquí.
Como te contábamos ayer, la Oficina de Turismo de Suiza, con la que ya hemos podido colaborar en otra ocasión (guía de Basilea), nos ha vuelto a invitar, esta vez, para conocer el país a bordo de sus famosos trenes panorámicos junto con su versátil y cómodo billete Swiss Travel Pass.
Thun es precioso y tiene muy cerca dos auténticas maravillas naturales que no puedes dejar de visitar: Lauterbrunnen y el Monte Schilthorn.
Perfectamente comunicados en tren ( Thun/Interlaken/Lauterbrunnen), el viaje merece mucho la pena y se puede hacer sin problema en el día.
Una vez llegado a Lauterbrunnen tendrás que coger un autobús para llegar a los pies del Schilthorn y desde ahí sus cuatro teleféricos que te dejarán en la cima.
Schilithron:
Llegar a lo alto del Schilthorn es como entrar en otro mundo. A 2,970 metros sobre el nivel del mar, la vista panorámica es simplemente impresionante. Pudemos ver las cumbres del Eiger, Mönch y Jungfrau, el icónico trío de montañas suizas dominar el horizonte alpino.
Opciones a hacer en Schilthorn:
Comer en el restaurante panorámico Piz Gloria. Este famoso restaurante giratorio, conocido por su aparición en la película de James Bond "Al servicio secreto de Su Majestad”, ofrece una experiencia única: mientras comes, el restaurante efectúa una vuelta completa cada hora, regalándonos una vista de 360 grados de las montañas que lo rodean.
Hay varias excursiones que puedes hacer desde la cima, nosotros íbamos a hacer una que lamentablemente estaba cubierta por la nieve pero que en verano, seguro que es una maravilla. Tienes toda la info aqui.
Lauterbrunnen:
Conocido como uno de los valles más bonitos de Suiza, alberga 72 cascadas. Nos detenemos delante de la más impresionante, Staubbach, que se precipita desde una altura de casi 300 metros. El estruendo del agua cayendo y la bruma que la rodea convierten la escena en algo irreal. No se puede describir con palabras. Desde ahí nos dirigimos con calma al pueblo.
Caminamos por sus calles tranquilas bordeadas de chalets suizos de madera. Los balcones estaban repletos de geranios en flor. La montaña verde esmeralda al fondo salpicada de casitas de madera.
Friburgo es una de las ciudades medievales con más encanto de Suiza. Está situada en una colina rocosa y rodeada en tres lados por el río Saane (Sarine). Sus más de 200 fachadas góticas del siglo XV le dan a su casco antiguo un encanto medieval único.
Cuando llegamos hacía un día primaveral precioso y nos percatamos de que los carteles de calles y tiendas estaban en francés. Desde el inicio de nuestra aventura hemos visitado las tres suizas sin casi darnos cuenta: italiana en Lugano, alemana en Lucerna, Weggis y Thun y francesa en Friburgo.
Nuestras recomendaciones para esta ciudad encantadora, es perderse por sus calles y dejar que te descubra sus secretos mientras paseas:
Hotel Le Sauvage: ubicado en una zona privilegiada de la ciudad y en un renovado edificio medieval. Con un gusto exquisito para la decoración, este hotel tiene además un restaurante de parada gastronómica obligada.
Le Port: otro restaurante donde comimos, muy cerca de nuestro hotel con un ambiente desenfadado y un jardín muy bonito.
Pasear a Orillas del río o cruzarlo por el puente de madera de Berna. Al cruzar, te encuentras con callecitas y tiendas maravillosas.
Un detalle: si prestas atención, los poyetes de las ventanas en Friburgo son como acumuladores de tesoros. Están repletos de piedras y objetos que te remiten a otro momento de su historia y la de sus dueños.
El casco antiguo, ver atardecer en un laberinto de calles adoquinadas y edificios medievales salpicadas de fuentes de agua cristalina, jardines escondidos y pequeñas iglesias adornadas con coloridos frescos. Cada esquina esconde un secreto que descubrirás si te detienes lo suficiente.
Catedral de San Nicolás. Un coloso gótico visible desde casi todos los puntos de la ciudad. Construida entre los siglos XIII y XV, destaca por su majestuosa torre y su fachada repleta de relieves y esculturas.
Cena en el restaurante Le Belvedere. La vista desde allí es simplemente impresionante, con la ciudad iluminada extendiéndose a nuestros pies. La cocina es estupenda y el ambiente elegante y acogedor.
Ese día visitamos la Fromagerie d’Alpage temprano para después pasear por el pueblecito de Gruyères (famoso por su conocidísimo queso).
El camino a la quesería tradicional nos lleva a través de paisajes bucólicos y verdes praderas salpicadas de vacas que parecen estar ahí solo para completar la imagen mental que tenemos de la campiña suiza.
En una cabaña tradicional y tras un muro bajo de madera nos recibe Monsieur Kolly. Un hombre de unos 50 años, de manos curtidas y sonrisa franca, que nos explica con pasión y cariño el proceso artesanal de la fabricación de sus quesos.
Observamos fascinados cómo la leche se transforma en queso, a través una danza lenta y meticulosa.
Probamos un trozo directamente del molde. Su sabor es suave pero complejo, prueba del tiempo, la experiencia y la dedicación que se necesita para crearlo.
Gruyères:
El casco antiguo nos recibió con sus torres, sus murallas y sus calles empedradas de arquitectura medieval. Desde la plaza principal observamos los alpes.
Comimos en el Hotel de Ville, un bonito y acogedor restaurante situado en el centro, famoso por sus platos tradicionales suizos. Pedimos, como no podía ser de otra manera raclette.
¡Que rico el queso fundido mezclándose con las patatas tiernas y el toque ácido de los pepinillos!
Castillo de Gruyère, anclado en el centro de los verdes prealpes friburgueses y uno de los más imponentes de Suiza.
Cada una de sus salas, de sus galerías es una cápsula del tiempo, cada vista desde las murallas una ventana al pasado.
El museo HR Giger, en el castillo St-Germain de Gruyères, alberga la mayor colección de obras del artista suizo HR Giger, ganador del Oscar a los mejores efectos visuales por "Alien". Incluye pinturas, esculturas, mobiliario y decorados de cine, ofreciendo un viaje fascinante entre realidad y ficción
Águilas de plumaje moteado nos despiden desde el cielo mientras deshacemos con pena el camino de ida. Igual por eso nos detenemos varias veces para fotografiar por última vez praderas, montañas y fachadas. No queremos volver a casa. Sabemos que nuestro viaje está llegando a su fin.
Ha sido un viaje soñado en cumbres, valles, lagos y ciudades. Siempre sorprendente, siempre acogedor, haciéndonos sentir como en casa en cada una de nuestras etapas.
Espero querido valiente que te haya gustado nuestra guía.
Ya sabes que estamos siempre felices de leerte, por lo que si te apetece, déjanos un comentario sobre la guía aquí.
Te mandamos un abrazo galáctico,
Erea & Federico